miércoles, 3 de diciembre de 2008

Hola y/o Adiós

"No están muy claras mis ideas sobre qué contar en esta ocasión. Antes de comenzar a redactar esta entrada estaba seguro del tema pero sólo cuando comienzo a escribir llegó a mí la sabia pregunta: ¿Cómo lo hago?

Camino a encontrarme con el teclado conversé con el marcianito. Me contó un secreto. Le agradecí revelando uno de los míos. Es la única persona que sabe ese secreto. Tanta es la carga que tiene ahora, sólo que él no lo sabe, que si algún tercero se enterara por casualidad lamentaría que ambos desaparecieran de la Tierra de una manera misteriosa e indescriptible. Claro está, yo no tendría nada que ver.

Hasta antes de compartir ideas con el marcianito yo suspiraba por la canción "Algo Contigo" interpretada por Vicentico. Sin embargo el marcianito me comentó algo curioso: “Existen muchas otras versiones de la canción. Desde Andrés Calamaro hasta Rosario.” Un mar de posibilidades se abrió tras dicha conversa. Más de una forma de suspirar o no con la misma canción.

¿Cuántas veces he escuchado esta canción? No lo sé. Sin embargo creer que la versión de la canción “Algo Contigo” interpretada por Vicentico es la única o la más importante fue caer en un gran error. Existen muchas versiones. Cada una de ellas se esmera por ser un atardecer más bello que el anterior.

He aquí algunas de las versiones que descubrí sin querer queriendo…

…con ustedes Los Panchos interpretando la canción "Algo Contigo"...



…este video tiene el audio de Andrés Calamaro y su particular "Algo Contigo"...



…la versión que muchos conocemos con Vicentico...



…aquí Rosario pone de su propia cosecha para cantar esta bella canción...



…por primera vez escucho el nombre de este artista pero eso no quiere decir que otros no lo conozcan ya de antemano, con ustedes José Manuel Soto en compañía de Rosario Flores...



…miren, escuchen, suspiren y escojan su preferido.

Al conocer las otras versiones comprendí lo poco que conocía de una canción que muchas veces tomaba en cuenta como himno personal. Lo muy relacionada conmigo que puede estar una canción y a la vez lo muy poco que puedo saber de ella. Sabía tan poco de la canción aquella, de sus variantes, de su historia. Sabía tanta nada que me sorprende que haya suspirado muchas veces ante lo poco que conocí. Pero mi suspirar era totalmente sincero.

Mientras escuchaba por primera vez estas otras versiones experimenté algo parecido a lo que el principito descubrió en una ocasión en que decidió sumergirse en 40 atardeceres. Decidí nadar entre estas variadas versiones y ver por mí mismo si es que podía esquivar a las pirañas de la nostalgia que te muerden a traición directo en la espalda para que veamos hacia atrás y descubramos las oportunidades perdidas, los delfines del pasado y del olvido, los tiburones del presente destructor que no se realiza ni realizará. Al descubrir miles de canciones más con la misma letra y con diverso tono, pero igual ladronas de suspiros, también descubrí que como antes me he quedado viendo de lejos, escuchando murmullos, recogiendo migajas. La verdad sí que hacía falta que te diga…

Durante los ensayos de la ceremonia de graduación un recién autoproclamado nuevo amigo, nuestro maestro de ceremonia, decía refiriéndose a la ceremonia en sí más o menos lo siguiente: “Cuando estén ahí solitas, solitos, las cosas van a salir. Tú normal ¡ah! pero solito nomás te pondrás a llorar. El ambiente se prestará para ello. Y entre las cosas que harás te acercarás a la muchacha o al muchacho que te gustó durante tanto tiempo y le dirás: No importa que tú me digas que no. No importa que tú ya tengas enamorado. Lo que hoy quiero que sepas es que desde hace mucho tiempo me gustas”. Y él decía que vendrían las lágrimas. Y sí que tuvo razón.

La curiosidad de este hecho quedo en mí desde ahí. Quienes habrán hecho tamaña proeza. Quienes habrán confesado aquellos sentimientos ocultos y casi enterrados en medio de miedos al rechazo, a la mirada compasiva, a la indiferencia que destruye la imagen de quien tanto has admirado, a la vergüenza propia reflejada en los ojos de aquella persona que en ese instante escucha una confesión algo loca y talvés, por qué no, talvés algo extemporánea, algo fuera de tiempo y oportunidad.

No sé quiénes habrán sido las y los valientes. Quienes habrán regalado con un posterior arrepentimiento tan hermosa confesión y quienes habrán brindado orgullosos este regalo a aquella chica o aquel chico que tanto admiraron. Yo estaría en el sector de los que guardamos silencio. O sea los que dijeron no al regalo y sí al suspirar. Sí al hubiera. Si al mantener la fantasía, la ilusión. Sí al soñar despierto. Si al huir de la realidad de vez en cuando y alucinar una realidad nunca buscada y guerreada…

Por mucho tiempo no iba a durar esto. La magia que resulta de participar en una ceremonia de graduación, los efectos que en ese momento generan las canciones que acompañan estos eventos, los segundos que cada uno dejó en momentos así pierden su emoción fuerte al poco tiempo. Hay un video de la promo pero no lo miro una y otra vez. Lo veo un poco y si lo vuelvo a ver voy directo a la imagen que me pareció por más de una razón interesante.

Dicen que al morir uno ve desfilar su vida en un segundo. Yo creo que en vida también se pueden vivir situaciones parecidas. No se verá la vida en un segundo pero en un par de segundos se puede ver algunas escenas mágicas. Yo vi durante esas escenas mágicas algunas cosas que viví contigo…

Con todo lo que pasó: Las canciones de la graduación; la duda acerca de quienes seguirían la recomendación del maestro de ceremonias y quienes solamente la escucharíamos suspirando ocultos; el revelar un poco este secreto, talvés, a voces; llegué a creer en esta versión de los hechos. La sinteticé sin querer a través de un poema y más o menos dice así:

Sorprendido
me he descubierto pensando en ti.
Pero, a diferencia de anteriores suspirares,
hoy te veo con verdadera objetividad.

En mi análisis tu belleza no ha disminuido,
es tu brillo el que sigue igual,
mas la distancia que hay entre nosotros,
esa distancia larga e infranqueable
ha desaparecido.

Ya no estamos separados el uno del otro,
ya no estamos alejados hasta el infinito,
ahora tú estás y yo no estoy.

Ahora y siempre tu estuviste y estarás,
mientras yo no estuve ni estaré.

La verdad ahora comprendo que tú existes en aquel mundo mágico,
mientras yo
respiro los últimos segundos de consciencia y falsa vida
en mi alucinada existencia.

Ya no existía ni existiré
tu mirada creadora nunca me inundó.

Aquí ahora yace tu fiel admirador
lejano no
ausente sí
totalmente ausente.

No estoy como tú sí estás en mí.

Ahora no sé si mi poema significa hola o si al contrario significa adiós, aunque claro está hay alguien en mí que hoy te dijo hola y hay alguien en mí que hace mucho te dijo adiós…

La pregunta inicial recibe entonces la respuesta menos esperada…"

martes, 25 de noviembre de 2008

Kapuzy... para servirle...

"Mi abuelo, mejor dicho mi Papá Leopoldo, solía presentarse siempre dando su apellido y añadiendo luego un respetuoso: Mucho Gusto. Hoy me presento ante esta comunidad virtual de la misma manera, con mucho respeto y con una muy personal ilusión de ser leído.

No soy una persona conocedora de los misterios de la vida ni deseo descubrirlos. La verdad sólo voy a compartir algunas opiniones sobre el, cada vez más loco, mundo que me rodea. No negaré que ya considero estar tan o más loco que este mundo y no es porque el mundo haya influido en mí. Mi locura es una elección personal que me alegra en secreto. Además no creo haber influido en el mundo ni en la actual locura de algunos seres que conozco.

En adelante estaremos juntos todos... los que viven y mueren... para alegrarnos durante un rato de cualquier cosa simplemente porque sí.

Aquí les dejo un video que en mi opinión es inspirador. Pertenece a Luis Rueda & el Feroz Tren Expreso y lleva por título "La Mala Reputación"...disfrútenlo...



Bueno, estaremos en contacto y hasta el siguiente escrito..."