viernes, 13 de julio de 2012

Noche 1

"Estoy en el colegio. Sí, es el colegio. Detrás mío está mi compañera Yauri y al otro extremo del salón está Yair Lee. La profesora nos ha pasado los ejercicios de Química. Son tan fáciles de resolver. Quizás estoy haciendo trampa al ya haber estudiado en secundaria.

Este local se parece mucho al "Divina Pastora". ¿Estoy en el "Divina Pastora"?

Mi madre y la chica que la ayuda se dejan ver por la puerta del salón. Salgo un momento. Me han traído algunos materiales de trabajo: dos arcos y algunas flechas. No sabía que llevábamos este tipo de asignaturas aunque esa no es mi prioridad. Me concentro en el muy exquisito tallado del arco color marfil. Luego mi madre me alcanza un arco casi de mi tamaño, muy ancho y semejante a la corteza de un árbol. No sé donde los dejaré pero es momento de volver a clases.

Después de mucho rato comienzo a preguntarme por qué estoy estudiando otra vez en secundaria. Concluyo que es mejor regresar a la universidad cuanto antes.

La noche llega de inmediato.

Ya en mi dormitorio experimento serias dificultades para levantarme de la cama. Quiero hacerlo usando un dispositivo brillante que obtuve en el colegio pero parece desvanecerse por momentos. No sé lo que pasa. Finalmente el objeto deja de ser inestable y por fin puedo salir de mi cama. Voy en dirección al baño. Al contemplarme en el espejo hay algo que no entiendo. El reflejo de mi camisa de uniforme, rosado claro, me parece extraño. La imagen capta mi total atención. Miro entonces mi camisa y descubro que es de color negro con pequeños triángulos de colores. Vuelvo entonces mi mirada al espejo y veo que el rosado claro va cediendo su lugar a la oscuridad salpicada de pequeños colores inesperados.

Todo comienza a desvanecerse: Los colores de mi camisa, las amigas nuevamente contactadas, mi casa, el colegio, yo.

Siento que me muero. Es como dormir."

DESPIERTO: Es definitivo. Estuve muerta por un rato.


Javiera en el Nuevo Mundo

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